Es posible que todavía haya empresas, sobre todo pequeñas y de pocos socios porque son emprendedores, que no sepan que su lugar está, entre otros, donde están sus clientes. Y esta afirmación, que deja algo perplejos a algunos porque no termina de calibrarse su alcance, es la causa y el motivo a la vez que lleva a todas las empresas hoy en día, a estar en Redes Sociales.
Y si las grandes empresas no han tardado nada en ponerse manos a la obra en este aspecto, e incluso muchas de ellas son la escuela donde las que son más pequeñas están tomando nota de su acción, son los emprendedores y los proyectos más modestos, quienes sí han tomado conciencia y acción directa en este terreno.
No hace falta ser muy ágil para comprobar cómo las Redes Sociales aglutinan al 100% de usuarios. Y si esto lo tomamos de manera local, haciendo uso como herramienta el marketing que trabaja la geolocalización o el geomarketing, veremos que funcionar, funciona.
Sin embargo, tomar a las redes sociales como una empresa tampoco sería el mejor de los planteamientos para abordarlas. Hace mucho tiempo que los postulados del marketing tradicional fuera del entorno de internet dejaron de funcionar para este otro mundo virtual. Y de esta manera, las ventas han dejado de tomarse como un plan agresivo, alejado de los gustos e intereses de los clientes y donde solo prima el beneficio que arrasa, sin ofrecer nada a cambio que sea lo suficientemente beneficioso para las dos partes, es decir, también para el cliente.
En cambio, la omnipresencia de usuarios de la red que son a su vez potenciales clientes de todo lo que exista como oferta, convierte al mercado online en un palmarés que debe tratarse con otros planteamientos. Para ello están los profesionales del marketing digital o marketing online, expertos en acercar al vasto mundo de la demanda con el de la oferta, cada vez mayor, más variopinta y que más respeto guarda por las redes sociales.
Y el motivo no es otro que ese, que todos estamos a la vez en el mercado. Y esto, sin salir de casa o del despacho, viajando o estando en la sala de espera del dentista, pero todos estamos conectados muchas horas a internet y nos enamoramos a cada instante de algo o de mucho.
Sin embargo, tomar a las redes sociales como una tienda o un mercado con frialdad o falta de valoración en su justa medida, podría ser un error que no lleva precisamente al éxito. Enamorar al usuario tendría un camino menos comercial y más seductor en redes sociales, donde se supone que estamos para lograr algo que realmente nos satisfaga, ya sea un coche o un sirope nuevo para tortitas.
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