A medida que vas adentrándote en el mundo del marketing, tienes que ir acostumbrándote a ciertos conceptos que puede que te hayan resultado desconocidos al principio, pero que pronto irás descubriendo, en el orden en que tengas que aprovecharlos para tu propio negocio.
Así, empresarios y emprendedores tienen que lidiar con algunas nociones en particular, como por ejemplo las de Growth Hacking y Growth Marketing, que son aquellas que vamos a analizar hoy, repasando sus características a fin de que puedas distinguirlas, y descubrir cuándo incorporarlas.
¿Qué es el Growth Hacking?
Podríamos definir el Growth Hacking como una estrategia que pretende, con el esfuerzo mínimo indispensable, y el gasto más bajo posible, incrementar de forma rápida el volumen de público, clientes, y finalmente ingresos de una marca, apostando por la creatividad.
De hecho, la imaginación se vuelve un factor importantísimo debido a que los recursos son nulos, apenas suficientes, y el impacto debe estar dado por la capacidad de llamar la atención del público de una forma en la que nadie más lo hace, incluso con inversiones muy superiores que las tuyas.
Presentado de este modo, estamos seguros de que muchos creerán que eso es exactamente lo que buscan para su proyecto. Sin embargo, el problema viene dado por algunas de las prácticas utilizadas.
Con el paso del tiempo, el Growth Hacking ha mutado lentamente en un conjunto de soluciones con las que no todo el mundo está de acuerdo, porque con frecuencia suponen abandonar las ideas que se tenían de origen, para optar por cualquier alternativa que pueda permitir destacar a bajo coste.
Los críticos de esta metodología aseguran que su principal error está en que no tiene sentido lograr 10.000 seguidores con técnicas fraudulentas, cuando únicamente te proporcionan 100 usuarios orgánicos.
Diferencias con el Growth Marketing
Ahora que sabes de qué se trata el Growth Hacking, probablemente te estarás preguntando en qué se diferencia con el Growth Marketing, y qué acciones nos implica.
El Growth Marketing consiste en ir un paso más allá del Growth Hacking, incorporando métricas más asociadas al marketing puro y duro, como número de clientes, tráfico, clics, ventas, etc.
El Growth Hacking es incluso más cortoplacista, se centra principalmente en la viralización rápida, sin desatender la experiencia del consumidor, pero con contemplaciones más amplias. Quiere decir esto que no se puede, a pesar de la pretensión de sobresalir, dejar de lado indicadores clave como la historia de la marca, sus valores, y el interés de quienes ya son considerados clientes.
De hecho, el Growth Marketing surgió hace alrededor de una década, por lo que es más bien nuevo. Fue adoptado de inmediato por startups y firmas emergentes que querían responder a la imperiosa necesidad de atraer público. Y ya es un método del que difícilmente se puede prescindir a la hora de desarrollar una estrategia de marketing digital.
Sus objetivos, por tanto, pasan por generar mayor cantidad de movimiento en torno al negocio, dándose a potenciales consumidores del producto o servicio, con el objetivo de retenerles una vez seducidos.
Si sigues teniendo dudas sobre el tema o precisas diseñar una estrategia adecuada para tu negocio, ponte en contacto con nuestra agencia de marketing online en Madrid: nuestros profesionales estarán encantados de atenderte y asesorarte.